La vida nocturna del Metropolitano Guangüiltagua

El parque Metropolitano Guangüiltagua de Quito tiene muchas versiones: la del amanecer, que se llena de deportistas cuando aún no sale el sol. La de las tardes, solitaria, donde pocas personas transitan por el lugar. La de los fines de semana, llena de familias que van a pasear y hacer parrilladas.

Y está la versión de la noche, desconocida por muchos, en la que el parque tiene otra 'aura'. El silencio, apenas roto por el sonido de los insectos y algunas aves nocturnas, es el principal protagonista del lugar. 

Parque Metropolitano Guangüiltagua

Detalle arquitectónico del parque (i) y una de las especies de arañas que vive en el área.

Detalle arquitectónico del parque (i) y una de las especies de arañas que vive en el área.

Ese silencio, y la oscuridad, enamoraron al guayaquileño José Xavier Valenzuela, cuando vivió 10 años cerca del lugar, en la calle que lleva el nombre del parque.  

Hace 13 años decidió organizar caminatas nocturnas dentro del área protegida, que tiene 557 hectáreas. Al comienzo, cuenta, “duraban más de tres horas, a veces terminaban cerca de la medianoche”. 

Luego de la pandemia por Covid-19, retomaron la actividad; ahora dura dos horas

En el parque hay rutas establecidas, como la del Gorrión (8,4 km) y del Carpintero (6,8), pero se puede ir cruzando caminos de tierra y armando rutas nuevas.

José Xavier o ‘Pepito’ guía las caminatas a través de los trillos y caminos empedrados del parque. Da algunas indicaciones, como el sonido de “Cúcu” que hay que hacer para evitar que la gente se pierda. Y el más importante: la caminata se hace a oscuras.

El objetivo, señala, es que la gente, al estar a oscuras, logre usar otros sentidos, como el oído y el tacto. Además, que haya un contacto más profundo con la naturaleza. 

Parque Metropolitano Guangüiltagua

El cielo, a pesar de que la gente camina a oscuras, se ve siempre claro por la luz de la ciudad de Quito. El espectáculo es aún mejor cuando hay Luna llena, o cuando la neblina inunda el parque y lo convierte en un escenario ‘de película de misterio’.

Las luciérnagas, especialmente de junio a agosto, acompañan a los caminantes en las rutas, que cambian cada semana, por seguridad y para evitar la monotonía en esta actividad.

También se ven otros insectos, lechuzas y decenas de especies de flora endémica e introducida en el lugar.

La mayoría de rutas nocturnas comienzan en la calle Diego Noboa y se introducen en el parque hasta llegar a alguno de los cuatro miradores. Es el momento cumbre de las caminatas. Desde los miradores se ve hacia el este de Quito: Cumbayá, Tumbaco, Pueblo y otras zonas. Como la vista desde un avión. 

Dos chicas de toman un selfie en uno de los miradores del Parque Metropolitano Guangüiltagua.

Desde los miradores se ven los valles y el aeropuerto de Quito.

Una de las pocas construcciones que hay dentro del área protegida.

También es posible ver la silueta del Ilaló. Las altas montañas del corredor andino son visibles en las mañanas, con el cielo despejado

Parque Metropolitano Guangüiltagua

José Xavier Valenzuela dando explicaciones a los caminantes.

José Xavier Valenzuela dando explicaciones a los caminantes.

Durante los trayectos hay tiempo para descansar, conversar sobre la historia del lugar, tomar fotografias y jugar en los columpios y resbaladeras. Aunque ya no seas niño.

Además de caminar, en algunas ocasiones, durante estos eventos semanales hay sesiones de yoga, cuencos tibetanos, meditaciones, entre otras actividades.

Las caminatas, al ser de un nivel de dificultad baja, están abiertas a gente de toda edad, incluidos niños y mascotas. Salen grupos de mínimo cinco personas, todos los miércoles. También hay caminatas los sábados de noche y desde hace dos meses, se realiza una de avistamiento de aves, al amanecer.

Las caminatas tienen un costo de USD 3. Para mayor información, tienen perfiles de redes sociales y un grupo de WhatsApp. 

Detalle del cielo estrellado una noche de caminata.

La vista desde el Parque Metropolitano Guangüiltagua, uno de los 15 que tiene Quito.

Para los más aventureros, el Metropolitano Guangüiltagua también es sede nocturna de corredores y ciclistas, que visitan el parque cada semana 

El grupo deportivo Momentum acude todos los miércoles o jueves a correr al. lugar, desde que se creó, en marzo de 2025. Han creado unas 15 rutas y las eligen dependiendo del nivel de las personas que acuden cada semana: hay rutas básicas de 5 km y avanzadas de 12 km, en las que incluyen a La Penitente, una zona del parque con casi 300 metros de desnivel positivo.

Parque Metropolitano Guangüiltagua

Deportistas de Momentum durante una sesión de trail running.

Deportistas de Momentum durante una sesión de trail running.

Javier, uno de los líderes del grupo deportivo, cuenta que lo que más les gusta a los corredores es pasar por los miradores del parque y, por supuesto, poder recorrer las rutas a oscuras, con linternas.

Las rutas del grupo Momentum, de running, trail running y montañismo, son gratuitas.

Sobre la seguridad

José Xavier dice que en todos los años de caminatas nunca han tenido un inconveniente en este aspecto. Además, añade que con la presencia de caminantes, ciclistas y corredores, el Metropolitano Guangüiltagua se siente seguro por las noches. Los integrantes del grupo Momentum coinciden con él en este aspecto.

Hasta antes del 2020, era posible acampar en el lugar, con el cuidado de un guardabosques. En la actualidad no ofrecen este acompañamiento, pero según la información recogida en el parque, acampar sigue siendo permitido.

Aunque las rutas de los caminantes y deportistas son cambiantes, en el mapa de este link hay algunas opciones de rutas fáciles y la ruta más larga que plantea el parque.

En los videos se pueden ver dos rutas de las caminatas nocturnas, y estos dos links están las rutas (ruta 1, ruta 2) en la aplicación Strava.